SpooLand

28 septiembre 2006

Hagan juego señores!

 

Estos días no ha habido nuevos posts porque he estado de viaje en A Coruña. Después de una intensa jornada de curro, salimos con los compañeros de trabajo a degustar las exquisiteces de la gastronomía gallega (que bien que se come en Galicia!!).

 

Después de una copiosa cena y algunas copas de más, decidimos volver al hotel porque al día siguiente había que madrugar. Pero justo al lado del hotel teníamos un casino y yo convencí a mis amigos para pasar por él antes de acostarnos (porqué no había estado en ninguno antes).

 

La palabra casino proviene del italiano y significa “casa en el campo” porque era el lugar de esparcimiento de la nobleza italiana dónde se acostumbraban a divertir con los juegos de azar. Realmente es muy interesante entrar en uno y quedé alucinado con las cantidades de dinero que se mueven dentro, nada que ver con mis míseros 20€ que casi provocan una risa burlona al cajero que me los cambió por fichas.

 

En mi estado de embriaguez no me paré demasiado a pensar una estrategia para apostar en la ruleta (juego que elegimos en detrimento del “Black Jack”, que a parte de ser el nombre de un doble consolador negro que vimos en una tienda y nos hizo tronchar de la risa por el nombre, también es un juego de cartas). Así que utilicé la siguiente estrategia:

 

Tenía 4 fichas de 5€ (qué triste! Ya lo sé…) y aposté una ficha a que salía negra. Al tirar la ruleta salió roja y perdí mi ficha.

En la segunda apuesta puse otra ficha en negra esperando que cambiara la suerte, pero no fue así y volví a perder otra ficha.

Otra vez a la negra que esta vez sí funcionó… Ahora cogí las 2 fichas de 5€ (llevaba una pérdida neta de -5€) y aposté a que salía impar porque las anteriores habían sido pares y pensé que cambiaría… pero no fue así! En fin, perdí mis 20€ en unas 5 tiradas! Genial!

 

Evidentemente, tendría que haber utilizado una estrategia más “sólida” para evitar perder tan rápido como por ejemplo la martingala (que consiste en doblar la apuesta al mismo número en caso de pérdida o seguir con la apuesta mínima en caso de ganar) o la gran martingala (aun más agresiva que la anterior), aunque está demostrado que siempre acabas perdiendo tu dinero (si no, no existirían los casinos) aunque solo sea porque sale el cero y pierdes la mitad de lo apostado (lo que le pasó a mi amigo Martín y nos dejó estupefactos).

 

Pero pese a lo que me costó (aún más caro que el cine!) lo encontré una experiencia interesante, aunque creo que no repetiré.


Posted by Spoolly @ 1:36 a. m. :: 0 Comments