El sábado por la noche, mientras saboreaba un delicioso “Döner Durum Falafel” con algunos de mis amigos (el resto estaban de boda), Isaac nos contó la película que había visto recientemente y que le había dejado impresionado: “The Yes Men”.

Los “The Yes Men” son un grupo de activistas que realizan lo que ellos llaman “corrección de identidad”. Se hacen pasar por representantes o conferenciantes (“spokepersons”) de importantes empresas, instituciones o gobiernos con la finalidad que les inviten a dar conferencias, a aparecer en entrevistas de TV, simposiums, meetings, etc. Su principal “rol” falso, es el de representantes de la Organización Mundial del Comercio (WTO).

Una vez han podido “colarse” en una conferencia (más de una Internacional), el “Yes Man” en cuestión (que viste impecablemente y tiene un discurso y una capacidad comunicativa impresionantes) aprovecha para soltar disparates o chocantes comentarios denigrantes contra el tercer mundo y el público, en lugar de alucinar o cabrearse, aplaude entusiastamente. Son una prueba irrefutable del poder de las apariencias y las acreditaciones: si vistes y hablas perfectamente, da igual lo que digas, la gente te creerá.

De momento, los “Yes Men” han aparecido como conferenciantes de la WTO, McDonald’s, Dow Chemical, y incluso como representantes del gobierno de los E.E.U.U. para defender el movimiento anti-globalización a su propia manera.